VIRGEN DE LOS DOLORES
Ya su cuerpo bajaron del madero
y yace inanimado en tu regazo,
tu corazón hirió ese latigazo,
roto, al fin, de dolor en el lindero.
Se desgarró tu alma en el sendero
estampado de sangre cual brochazo
redimiendo a ese mundo, en le retazo
de una cruz aceptada por entero.
Siete espadas traspasaron tu pecho
dándote a Ti el renombre que mereces:
“Virgen de los Dolores” por derecho.
Tu cuerpo fatigado y ya maltrecho
tiene a Dios desfallecido y desfalleces
redimiendo con El nuestro desecho.