Van hombres con un madero,
cirineos de nueva estampa,
con las espaldas dolidas
y con dolor en la planta.
El Cristo que nos embarga
es el Cristo del Consuelo,
es la sutil azucena
malograda por el viento.
La caja más destemplada
de la noche del Silencio.
Manuel Cañizares Llanes
Yo quisiera morir esa noche
si los muertos viven en silencio.
Esa noche de tétrico insomnio
que las calles y plazas son templos.
Esa noche que de árbol a árbol
en enormes compases abiertos,
pentagramas donde los pajarillos
en melódico mudo concierto,
ponen notas de amor en el aire
sepulcral, musical de misterios.
Y en que el hombre más bueno o más malo
no te adore por miedo al infierno.
Esa noche en que fuiste pasible
por lo bueno que eres Dios nuestro.
Yo quisiera morirme esa noche
si los muertos viven en silencio.
Enrique Lucas Parra