Representa uno de los actos de fé más bonitos y emotivos de la Semana Santa, que congrega a miles de fieles y devotos de Orihuela y su Huerta. Una vez finalizada la Procesión General de Viernes Santo, a los sones de “La Anunciación de la Jota” (obra del zarzuelista D. Severiano Soutullo Otero) la Centuria Romana da escolta hasta las puertas del Ayuntamiento al patrón popular de Orihuela, Nuestro Padre Jesús Nazareno, donde se despedirá de su pueblo. Impacta el momento previo a la despedida, justo después de que el patrón haya hecho un giro de 360º entre la mutitud con el fin de ver a su pueblo; momento en el que se hace el silencio, roto por los acordes del Himno Nacional a la vez que los costaleros alzan la imagen. Después, Nuestro Padre Jesús emprende el camino de regreso hasta su capilla en la Iglesia de Santa Ana (Convento de los Padres Franciscanos) hasta el Primer Viernes de Cuaresma del año siguiente, que se traslada a la Iglesia de las Santas Justa y Rufina para celebrar su novena.