“El Triunfo de la Cruz” o “La Cruz de los Labradores”, conocida vulgarmente como “La Diablesa”, es el grupo escultórico más antiguo que desfila procesionalmente en la Semana Santa de Orihuela y también el más simbólico de los existentes.
Tallado por el escultor fray Nicolás de Bussy, religioso mercedario nacido en el año 1650 en Estrasburgo (Francia), data de 1695 por encargo del Gremio de Labradores, que pagó 800 libras valencianas al artífice; y representa, como su propio nombre indica, el Triunfo de la Cruz sobre el pecado y la muerte.
El paso lo compone una esfera armilar de más de un metro de diámetro, sobre la que se sitúa una espesa atmósfera de nubes blancas en las que pululan angeles-niños, unos de cuerpo entero con atributos de la Pasión en sus manos y otros a los que sólo se les ven los rostros. Corona el conjunto la Cruz, ya vacía, con un sudario que cae de sus brazos. En la base, sentados en el suelo a derecha e izquierda, un esqueleto humano sobre un reloj por el que no transcurre el tiempo, y un demonio con formas de mujer (de ahí la denominación popular de “La Diablesa”), con una manzana en la mano y cuyas extremidades inferiores se entrecruzan y al mismo tiempo rodean la esfera.
Desfila a hombros en la Procesión del Santo Entierro de Cristo, portada por los costaleros de la pedanía oriolana del Rincón de Bonanza. Por tradición, La Diblesa tiene prohibido entrar a los templos, debido a la representación del demonio que contiene; es por ello, por lo que al llegar a la Catedral, sigue por la calle Mayor mientras el resto de la procesión sigue su recorrido por el interior del templo. Será cerca de la plaza Marqués de Rafal cuando se reincorpore y continúe el desfile procesional.
Con posterioridad a la Guerra Civil fue restaurada por el escultor Sánchez Lozano y actualmente se expone en el Palacio Episcopal.